“Volverás en el fin del estío, comienzo del otoño, con tus ojos puestos en los míos, para amarnos eternamente.”
Miguel Visurraga Sosa. Literato
El otoño se está acercando y eso nos pone románticos, melancólicos e incluso poéticos.
Nos hace pensar en esas maravillosas puestas de sol, en esa brisa húmeda que acaricia nuestras mejillas, en los fantásticos cielos nublados, en las sombras, en los contraluces, los suspiros, pero sobre todo, nos hace recordar esos maravillosos instantes que hemos vivido a lo largo de nuestra experiencia vital.
Hablamos de esos momentos que detienen el tiempo para siempre, que se hacen eternos en nuestros corazones y en nuestra memoria. De esas miradas tan especiales, profundas, intensas, contenidas y alegres. De los besos ardientes, tímidos, fugaces, tiernos y paternales. De las caricias mano contra mano, contra cabello, contra labios, contra tez.
Esos momentos que marcan y definen nuestras vidas, nuestra historia personal.
Afortunadamente los eventos en los que estamos especializados están plagados de esos momentos. Como enlaces matrimoniales, maternidad o recién nacidos. Y a través de nuestro objetivo hemos podido disfrutar de una infinidad de ellos.
Nos encanta capturar estos instantes tan mágicos y tan efímeros, nos apasiona hacer lo que hacemos cada día, porque lo que hacemos es atesorar para todos vosotros pedacitos de felicidad.
A través de la fotografía se puede cruzar el túnel del tiempo, situarse y revivir preciosas situaciones pasadas. Las imágenes son de gran ayuda para la memoria, tienen un gran poder a la hora de evocar todos esos recuerdos. En muchas ocasiones los completan aportando información añadida u olvidada.
Quisiéramos, a los que nos conocéis, agradeceros enormemente la confianza depositada en nuestro equipo, y a los que no, invitaros a conocernos, a conocer nuestro trabajo, a ver esos retazos de vidas que le hemos robado al tiempo.
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