Cuando Félix Mendelssohn decidió poner música a la obra de William Shakespeare, Sueño de una noche de verano, no pensó que una de las piezas incluidas en esta romántica comedia sería reproducida millones de veces por millones de novias, alrededor del mundo. Estamos seguros que no os hacen falta más pista para saber que estamos hablando de La Marcha Nupcial.
Lo curioso de todo esto, es que se hizo popularmente famosa cuando sonó en la boda real de Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha, hija de la Reina Victoria de Sajonia -Coburgo, de la que ya os hablamos la semana pasada y que creó tradición vistiendo de blanco en su enlace con el príncipe Alberto.
El caso es que fue Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha quien implantó la costumbre de que las novias entraran de la iglesia acompañadas por las melódicas y románticas notas escritas, en 1843, por Félix Mendelssohn.
No sabemos muy bien si Victoria (hija) decidió vestir de blanco igual que hiciera su madre veintitrés años años, pero lo cierto es que eligió la Marcha Nupcial, para contraer matrimonio con Federico III de Alemania, el 25 de enero de 1858, porque era el compositor preferido de su madre.
Desde ese mismo instante, se convirtió en la composición musical más utilizada por las novias, desde hace casi dos siglos. Pero, llegados a estas alturas algunos os preguntaréis ¿la Marcha Nupcial no era de Wagner? La respuesta es , también. Pero ¿entonces? Os estaréis preguntando.
Ya os sacamos de dudas. La primera, como ya os hemos dicho, pertenece a Sueño de una noche de verano, y la segunda a la Ópera Lohengrin (por si queréis escucharlas las dos y salís de dudas). Ambas fueron elegidas por Victoria, pero la de Mendelssohn es la que se debe utilizar cuando la novia hace su entrada en la Iglesia, y la de Wagner cuando los novios, ya convertidos en marido y mujer, hacen el paseíllo para salir de la misma.
Existe otra Marcha Nupcial, en este caso de Wolfgang Amadeus Mozart incluida en su obra Las Bodas de Fígaro. Pero esto ya es rizar el rizo.
Elijáis la que elijáis, estamos seguro que el romanticismo estará garantizado.