17 Oct, 2013

Tu vestido de novia, para siempre

Si eres de las que te gusta conservar como oro en paño los recuerdos, seguro que una vez finalizada tu boda vas a querer guardar tu vestido de novia para la posteridad. Ya sea para abrirlo de vez en cuando y mirarlo y remirarlo, para regalárselo algún día a tu hija o simplemente para presumir dentro de 20 años del tipazo que tenías cuando te casaste

Por eso, hoy queremos darte algunos consejos sobre cómo conservar esta prenda tan preciada para que se mantenga intacta pasen los años que pasen.

Lo primero que debes hacer para que el vestido se conserve espectacular es, por supuesto, llevarlo a una tintorería especializada en vestidos de novia para que elimine cualquier mancha o residuo que haya podido quedar de la boda. Ten en cuenta que, aunque terminado el evento no veas manchas en el vestido, con el tiempo las manchas de sudor pueden ir apareciendo y amarilleando el traje, así que aunque lo veas limpio, es imprescindible llevarlo a lavar y, preferiblemente, sobre todo dependiendo del material, que sea en seco.

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Para guardarlo debes buscar un lugar protegido de la luz, el calor, la humedad y demás agentes ambientales. Una caja grande y bien sellada sería el lugar idea.

Es imprescindible que el sitio en el que lo guardes tenga un PH neutro y libre de ácidos. Piensa que, aunque lo envuelvas en papel de seda (que está libre de ácidos y es la mejor opción para envolver tu vestido, siempre que no sean de color, ya que en éste caso si pueden contener ácidos), si la caja contiene ácidos, el papel los absorberá y tendrás que cambiarlo periódicamente.

Sin embargo, te recomendamos evitar las cajas de madera demasiado robusta o de metal, ya que también es importante que el vestido transpire. Por ello, la mejor opción es utilizar una caja de cartón grueso con tapa ajustada. Si no encuentras ninguna de estas características, prueba en The Empty Box Company, donde podrás comprarlas incluso online específicas para este menester.

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Una vez embalado tu vestido en papel de seda dentro de una caja adecuada, evita guardarlo en el desván. Es preferible que elijas una habitación más templada de la casa en la que no existan cambios bruscos de temperatura.

Otras opción interesante es utilizar un forro si quieres mantener el vestido colgado, pero ten en cuenta que no sea de plástico ni transparente, ya que éstos dejan entrar la luz y pueden hacer que se destiña el vestido. Además, los forros de plástico no se adaptan a los cambios de humedad y pueden provocar condensación que haga que el traje coja moho.

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También debes contemplar que si mantienes el vestido colgado durante mucho tiempo puedes provocar tensiones en el mismo que hagan que se suelten las costuras o se deformen.

Tampoco es recomendable utilizar cajas de cartulina común ya que pueden contener ácidos que causen decoloración o amarilleen el vestido.

Finalmente, revisa tu vestido al menos cada seis meses. No solo para comprobar lo precioso que es, sino también para asegurarte de que no le haya ocurrido nada perjudicial. Además si lo sacas y lo vuelves a guardar una vez al año evitarás que se le hagan arrugas demasiado permanentes.

Y, oye, ¿por qué no probártelo cada aniversario? Puedes tomarlo como costumbre para recordar y celebrar el día más bonito de tu vida. Si quieres, nos llamas y te hacemos unas fotos conmemorativas 😀

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