Aunque últimamente es más difícil encontrarnos con esta bonita tradición en las bodas, la entrega de arras sigue siendo un elemento precioso de la ceremonia de boda católica.
Estas monedas, que los novios de intercambian en señal de promesa de compartir y cuidar los bienes comunes, implican también la aceptación de responsabilidades para que no falte nada en el hogar del matrimonio y simboliza el inicio de la construcción del mismo.
Sin embargo, en su origen, esta tradición estaba relacionada con la entrega de la dote que la familia del novio pagaba a la familia de la novia como premio por la virginidad de ésta. Hoy en día, este significado ha perdido peso y las arras se han convertido en símbolo de unión del matrimonio.
Suelen consistir en 13 monedas, como representación de los 12 meses del año, además de la número 13 que se incluye como señal de generosidad con los menos favorecidos.
Las monedas suelen ser de oro o de plata, aunque no está mal visto que sean de cualquier otro material. Se espera que sean del mismo tamaño y, habitualmente, se prefiere que pertenezcan a la familia del novio o de la novia, ya que su simbolismo será muy más especial.
¿Y vosotros? ¿Pensáis intercambiar las arras?