Cada día está más de moda que los novios se decidan a celebrar su boda lejos de los tradicionales juzgados, salones municipales o iglesias y se decanten por entornos naturales al aire libre, ya sea en los mismos jardines del lugar escogido para la celebración, como en sitios más exóticos, como en la playa o en mitad del monte.
Si ésta es la idea que has pensado para tu enlace, hoy queremos echarte un cable con algunos consejitos a tener en cuenta para que todo quede perfecto.
En primer lugar, uno de los factores fundamentales que debes valorar es si el cura, el juez o el concejal responsable de uniros en matrimonio está dispuesto a desplazarse al lugar de la ceremonia. Sobre todo, en el caso de los concejales, dependerá de lo que dicten los reglamentos municipales de cada sitio.
Preved también que es posible que, en el caso de que puedan y quieran desplazarse, en algunos lugares puedan cobraros un canon por hacerlo.
Si, por cualquier motivo no conseguís que el encargado de convertiros oficialmente en marido y mujer lo haga al aire libre, siempre tenéis la opción de contratar a un “oficiante”. Esto es, una persona que se encargue de oficiar una ceremonia que, eso sí, en este caso, sería ficticia. Previa o posteriormente tendréis que realizar el trámite ya sea en la iglesia, el juzgado o el ayuntamiento. Pero, de cara a vuestros invitados, podéis hacerlo con esta figura, que puede ser desde un amigo hasta un profesional encargado de ello. Si contáis con una wedding planner, seguro que ella podrá buscaros a la persona adecuada.
Otro aspecto a tener en cuenta es la hora de la ceremonia y la época del año.
Por motivos obvios, una boda al aire libre siempre será mejor que os decantéis por el verano para este tipo de bodas, ya que tendréis más garantía de que el cielo se comporte y no os agüe la fiesta (nunca mejor dicho). Aún así -ya sabéis que con esto del cambio climático nunca se sabe- no está de más que tengáis previsto algún tipo de alternativa por si la lluvia decide visitaros: carpas de quita y pon o, incluso, paraguas de emergencia que saquen del apuro a los invitados.
Del mismo modo, si decidís realizar una boda de día, sobre todo en las horas de mediodía, es interesante pensar en la salud de la piel de todos y prever algunas sombrillas, toldos o senadores que resguarden de los rayos uva a los asistentes.
Si es por la noche, es importante pensar que, aunque sea verano, puede refrescar, con lo que no viene mal que aviséis con antelación a todos para que lleven algo de abrigo para la ceremonia.
Y, ¡hey! Que si llueve no pasa nada. ¡Que, novia mojada, novia afortunada!
Buen finde a tod@s.