Uno de los tipos de fotografías que más nos gusta realizar y que más éxito suele tener entre nuestros clientes son las fotos de amanecer y atardecer. En este tipo de imágenes los novios suelen quedar como siluetas con muchísima luz al fondo, en tonos rojos, anaranjados y, a veces, incluso morados. El efecto es absolutamente precioso y el resultado queda maravilloso.
También se logran fotos muy románticas en tonos grisáceos en las que la pareja queda casi mimetizada con el paisaje de su alrededor.
Sin embargo, no son fotos nada fáciles de realizar. Para lograrlas tenemos normalmente tan solo unos minutos: los que dura el momento del amanecer o del atardecer. Por lo que resulta realmente importante tener planificada la toma.
Normalmente es mucho más habitual que las hagamos en el momento del atardecer, sobre todo en bodas que se celebran a mediodía o por la tarde, en las que aprovechamos el momento del coctel para registrar ese instante mágico en el que el sol se esconde.
Sin embargo, también muchos novios optan por realizar un reportaje post-boda, para los que nos levantamos de madrugada y nos encontramos con ellos en los lugares elegidos para hacer las fotos y así aprovechamos el instante de la salida del sol para conseguir fotografías tan preciosas como las que hoy os mostramos.
El entorno es siempre muy importante en este tipo de fotos. Los paisajes marinos y los montañosos son los mejores para estas imágenes porque nos ofrecen el contraste del mar y/o de la naturaleza para rodear el escenario y conseguir instantáneas llenas de magia y de colorido.
Si en el recuerdo de tu boda te gustaría tener fotografías con estas características, lo mejor es que nos lo comentes desde la entrevista previa, de modo que podamos tenerlo en cuenta y preparar el equipo y el escenario y tener prevista la mejor hora para realizarlas. Así podrás tener para siempre un recuerdo así de romántico y espectacular del día de tu boda.