Llevas tanto tiempo esperando este día. Han sido tantos los preparativos, tanto el esfuerzo… Estáis tan guapos, todo está tan perfecto… Pero son tantos los nervios, que el día de tu boda pasa y apenas te das cuenta.

Por ello la importancia de registrar ese día tan especial de la manera más fidedigna y bonita posible. Porque de esa forma podrás revivir el día de tu boda cada vez que quieras, incluso podrás disfrutar aún más si cabe de algunos momentos y personas a los que, con los nervios y el vertiginoso acontecer de los hechos, no pudiste dedicarle mucho tiempo o atención.

Sin embargo, si no tenemos en cuenta la importancia de elegir bien a los que están llamados a inmortalizarnos en ese día tan importante, puede ocurrir, como le pasa a demasiados novios, que pasado el gran momento se lamenten de un pésimo recuerdo que les causa incluso malestar.

Pero las lamentaciones ya no nos servirán de nada porque, por desgracia, nuestro gran día ya pasó y ya no volverá. Sólo nos queda ese reportaje y ese álbum que nos da cosa mirar porque en nada se parece al fantástico día que preparamos y que vivimos.

Por todo esto la elección del equipo que registrará nuestra boda, ya sea en fotografía o vídeo, es importantísima. Debemos conocer a este equipo y conocer su trabajo. A este punto deberemos dedicarle tiempo, así no nos llevaremos sorpresas.

Muchas veces el presupuesto es algo que nos condiciona a la hora de tomar una decisión pero hay que tener en cuenta que en multitud de ocasiones gastamos gran parte de ese presupuesto en detalles que no van a ser valorados ni disfrutados cómo se merecen.

Fastuosas fuentes de chocolate, sandalias y un sinfín de regalitos para los invitados, velas colgantes, meseros especiales, adornos florales y un largo etcétera de detalles, que pasarán tan rápido como el gran día sin que los hayamos disfrutado, engrosan en muchas ocasiones el presupuesto, primando incluso sobre otros más importantes como puede ser el recuerdo en imágenes de ese día tan especial.

Hay que pensar que, al fin y al cabo, una vez pasa tu boda, lo único que nos queda es el recuerdo, porque ya nunca más te pondrás tu fantástico vestido de novia (o como mucho una vez más, si haces un post-boda), ya nunca más tu marido estará tan guapo, emocionado y exultante, ya nunca más tu familia y amigos disfrutarán de esa manera. ¡Qué pena! Pero es así. Por eso es tan importante.

Por otro lado hay que observar que hay equipos que juegan en ligas distintas. ¿Qué queremos decir? Pues que un buen fotógrafo o videógrafo es aquel que maneja bien la luz, el encuadre, el enfoque y la escena en todo su conjunto. Pero en multitud de ocasiones estas imágenes están carentes de sentimiento y vida si no son captadas de la forma adecuada.

Los nuevos profesionales son, ante todo, artistas. Elegirán momentos, poses y lugares que serán mágicos. Porque, aunque no os lo creáis, el trabajo de los fotógrafos y videógrafos de hoy ha cambiado mucho con respecto a antaño.

Ya no basta con captar las imágenes, este tipo de trabajo son producciones audiovisuales al más puro estilo cinematográfico. Tienen una fase de preproducción donde se planifica hasta el más mínimo detalle, otra de realización que se desarrolla el día de la boda y luego la postproducción donde se eliminan fallos, se hacen mejoras sobre la imagen, se monta el vídeo, el audio, etc. En la realización de estas nuevas piezas audiovisuales se emplean técnicas de cine como steady-cams, travellings, grúas, filtros, planos subjetivos, tiros de cámara, iluminación… Todo para hacer de tus recuerdos un fantástico sueño y a vosotros las estrellas de ellos.

Por ello en nada tienen que ver los antiguos trabajos de la “BBC” con los nuevos, ni en ejecución ni, por supuesto, en calidad. Es como comparar un retablo con un videoclip. Para nada son el mismo producto.

Por ello te recomendamos que salgas, busques, te informes, que mires y remires (ya sea en la calle o en internet), que preguntes a amigos y conocidos y que tengas claro qué es lo que quieres. Seguro que encontrarás a tu equipo perfecto, que, por qué no, podríamos ser nosotros mismos 😉

Un beso y ¡¡sed felices!!!