Hay muchísimos dilemas en una boda, el vestido de la novia, el de novio, quiénes serán los padrinos, día D, Iglesia, damas de honor, Juzgado, banquete, etc, etc y miles de etc. Pero hay uno que, en algunas ocasiones, traen a los novios de cabeza, invitar a los hijos de vuestros amigos o familiares.
Bueno, realmente depende de otras muchas cosas, del presupuesto, del número de niños que haya en vuestra familia, o incluso, de si los novios tienen o no hijos. Sea cuál sea la situación, lo cierto es que los niños en las bodas son algo muyyyy importante a tener en cuenta.
Hay novios que piensan que una boda con niños es un poco engorroso, ya que cuando se ponen impertinentes deslucen en acto y además son una lata para los propios padres, que no disfrutan lo mismo. Eso, sin contar con el menú especial que se les sirve.
Estos pensamientos se producen porque no tienen ni idea de la cantidad de cosas que se pueden hacer para mantener a los peques entretenidos. Lo primero que hay que saber es que son un público súper exigente, no se conforman con cualquier cosa (son pequeños, pero saben lo que quieren), pero por el contrario, y aunque parezca contradictorio, se entretienen con cualquier cosa.
Otro dato importante e indispensable es sentarlos juntos, los niños no son como los adultos, ellos hacen amigos enseguida; si son muy pequeños lo ideal es hablar con el lugar donde vayáis a celebrar el convite porque normalmente tienen sillitas para que se puedan sentar con sus padres.
En el caso de que vuestro presupuesto sea limitado, podéis hacer vuestro propio paquete de entretenimiento: imprime dibujos que puedan colorear, comprad ceras, plastilinas, lápices de colores, cuadernos con pegatinas. E incluso, podéis marcarles tareas. Pedidles que dibujen a los invitados, a los novios, a los padres, o lo que quieran. Y hacerles un regalo al final, con chuches, jueguetes o globos.
Si por el contrario vuestro presupuesto es algo más elevado, lo más fácil es contratar alguna empresa especializada que haga que los ‘menudos’ no pasen ni un momento de paz. Los animadores suelen encargarse de que coman, de que beban…de que se porten bien y por supuesto, de que se lo pasen bomba.
Lo importante es que se sientan bien, que no se encuentren desplazados y aburridos, porque al fin y al cabo vuestro objetivo es que todos se lo pasen genial, incluidos los más pequeños.