Si hay algo que no puede faltarle a la novia (entre otras cosas) es su ramo. Ése que, si tiene a bien, lanzará a las invitadas casaderas en un intento de traspasar a aquella afortunada que lo coja el deseo de que sea la próxima en pasar por el altar. Aunque son pocas las personas que saben el porqué de la tradición de llevar ramos de novia.
Pues bien, data del antiguo Egipto, cuando las mujeres que dirigían sus pasos hacia el altar llevaban hierbas muy aromáticas con las que esperaban ahuyentar los malos espíritus y tener una matrimonio feliz. Esta costumbre fue traída a Europa por los serrainos durante las Cruzadas.
Esa tradición ha ido evolucionando hasta nuestros días, y ahora lejos de espantar las malas vibraciones se ha convertido en un complemento al que ninguna mujer puede, ni debe renunciar.
Lo perfecto, y volvemos de nuevo a lo que manda la tradición, es que la novia lleve tres ramos. El primero o Ramo principal, lo usará durante la celebración de los esponsales, el segundo, o Ramo de la Virgen, lo ofrecerá a la Virgen y el tercero es el que lanzará a las invitadas casaderas.
A simple vista parece que llevar ramo de novia es algo simple, un mero elemento decorativo, pero lo cierto es que tiene todo un protocolo que casi nadie conoce.
El primer ramo, es denominado Ramo Principal, el que la novia lleva al altar, debe permanecer entre las manos de la novia hasta el final de la misa. La flor utilizada antiguamente era el azahar, símbolo de pureza.
En ese momento es cuando la madrina de ramo se lo cambie por el segundo, el que entregará a la Virgen. Una vez que la novia haga la ofrenda a la Virgen, se le devolverá el ramo principal con el que saldrá de la Iglesia y que guardará para siempre.
Y el tercer ramo: es más esperado por las invitadas solteras, es el Ramo de Aventar. El que lanzará a las casaderas y que trasmitirá la fortuna de ser la siguiente en pronunciar el ‘sí quiero’
Actualmente, la tradición manda que sea el novio quien compre el ramo y sea el padre de la novia, o padrino quien se lo entrega a ésta el mismo día.
En cualquier caso, las posibilidades de elección de las flores del ramo de novia son tremendamente variadas y depende, claro está del tipo de novia y del estilo de tu vestido.