Guapa guapa y guapa… eso es lo que persiguen todos las mujeres, pero el día de su boda esto debe elevarse a la décima potencia. El vestido, divino; las uñas, impecables; el peinado perfecto y el maquillaje luminoso. Esto es lo ideal.
Sin embargo, el maquillaje no es tan fácil como puede parecer a priori. No puede ser recargado, ni inexistente, tiene que mantener un equilibrio que haga que la novia se sienta cómoda y guapísima.
Para empezar debes tener en cuenta dos cosas imprescindibles, antes de empezar:
La piel: Debes hidratarla y tonificarla a diario. Mantenerla limpia constantemente y eliminar las células muertas que afean su tonalidad.
Las cejas: Esto es muy importante. Y a veces no se le da la atención necesaria. Hay que depilarlas muy bien ( para ello puedes acudir a profesionales), ya que la forma es fundamental para dar mayor fuerza a tu mirada. Si las tienes un poco rebeldes no dudes en aplicarles un poco de laca para que no se despeinen.
Una vez que tengas estas dos cosas dominadas (puedes empezar unos cuantos meses antes del gran día), podemos hablar del maquillaje.
Lo primero que tienes que saber es que te tiene que durar todo el día o toda la noche, lo segundo es la luminosidad, es decir, no es lo mismo casarse de día que de noche, en verano o en invierno. La luz solar puede hacer cambiar el tono del color elegido. Cuenta, además, que ese día va a quedar inmortalizado en las miles de fotografías que te van a sacar. Evita barras de labios muy fuertes, bases de maquillaje que te den un aspecto grasiento, sombras nacaradas que producen brillos incómodos que estropean la foto.
Una vez que sabes todo esto puedes empezar a elegir qué tipo de maquillaje quieres y para eso los especialistas te pueden echar una mano. Ellos saben que si eliges agrandar tu mirada debes decantarte por tonos rosados y beige, y que si por el contrario prefieres agrandar tus ojos los colores deben ser de la gama de marrones. Eso sí, los colores de los ojos, las mejillas y los labios deben ser de la misma familia
Decántate por una máscara de pestañas resistente al agua (por si echas alguna lagrimita), por unos polvos compactos que den a tu piel un efecto melocotón que favorece muchísimo.
Recuerda que ni el maquillaje ni el peinado deben competir con tu vestido sino ser un elegante complemento de éste.
Si tienes en cuenta estos pequeños consejos, estarás maravillosa.